El cáncer de mama en nuestro país constituye la segunda causa de mortalidad femenina, después de algunos tipos de cáncer del aparato reproductor. Más del 50% de las mujeres que desarrollan esta enfermedad no presentan un factor de riesgo definido, por lo que se considera una afección multifactorial. Estos factores pueden dividirse en:
a) Biológicos: ser mujer, tener más de 40 años (el riesgo aumenta con la edad), antecedentes personales o familiares de cáncer de mama (especialmente en madre, hijas o hermanas).
b) Ambientales: exposición a radiaciones ionizantes.
c) Reproductivos: ser nulípara (no haber tenido hijos), tener el primer embarazo después de los 30 años, o haber recibido terapia hormonal prolongada.
d) Estilo de vida: sedentarismo, obesidad, tabaquismo y consumo de alcohol.
El cáncer de mama no es una enfermedad única; existen múltiples subtipos que se dividen en dos categorías principales:
1. Cánceres de mama no invasivos: se limitan a los conductos o lobulillos y no se han propagado al tejido mamario circundante.
2. Cánceres de mama invasivos: se extienden más allá de los conductos o lobulillos hacia el tejido mamario cercano, y pueden formar metástasis en ganglios linfáticos u otros órganos.
Aunque el número de casos nuevos continúa en aumento, se ha observado una reducción en la mortalidad en países desarrollados, como Estados Unidos. Esto se debe a avances en:
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- La detección temprana: tecnologías de imagen, como la mamografía, permiten diagnosticar el cáncer en etapas iniciales.
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- La concientización pública: mayor conocimiento sobre los síntomas y la importancia del autoexamen.
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- Los tratamientos: nuevas terapias más efectivas y menos tóxicas.
Estudios de detección temprana:
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- Mamografía: es una radiografía de las mamas tomada en diferentes proyecciones. Es el único método comprobado para detectar el cáncer de mama antes de que sea palpable mediante examen clínico o autoexploración. La mamografía 3D (tomosíntesis) mejora la sensibilidad diagnóstica en mamas densas.
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- Ultrasonido: es una herramienta complementaria que ayuda a diferenciar masas quísticas de sólidas, y se utiliza como guía para realizar biopsias de tejido no palpable.
Recomendaciones del Ministerio de Salud de Nicaragua:
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- Entre los 35 y 40 años: una mamografía basal.
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- De 41 a 49 años: mamografía cada dos años.
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- A partir de los 50 años: una mamografía anual.
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- En grupos de riesgo: mamografía anual desde los 40 años.
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- Mujeres menores de 40 años con antecedentes familiares directos (madre o hermana): realizar el primer estudio 10 años antes de la edad de diagnóstico del familiar.
El futuro del control del cáncer está en nuestras manos: requiere decisiones colectivas y acción inmediata.
📢 Comparte esta información con las mujeres de tu vida. Detectar a tiempo puede marcar la diferencia.